El hospital es pionero por ofrecer la residencia de hepatología en el ámbito público nacional. La hepatología es una de las especialidades que más ha crecido en las últimas tres décadas. Los principales motivos para este crecimiento acelerado han sido el advenimiento del trasplante hepático y el desarrollo de un gran armamentario diagnóstico y terapéutico para las hepatitis virales y las esteatohepatitis no alcohólicas (NASH), dos enfermedades que tienen hoy un notable impacto en la salud pública mundial.
La hepatología es una especialidad compleja cuyo ejercicio requiere sólidos conocimientos de medicina interna, bioquímica, biología molecular, radiología e histopatología del hígado, entre muchos otros. A esto se suma el manejo de las complicaciones de la cirrosis, una de las áreas que es patrimonio casi exclusivo de la hepatología. Cabe destacar que el Ministerio de Salud Pública de la Nación (Resolución 908/2012) haya aprobado recientemente a la hepatología como especialidad médica independiente. El Consejo de Evaluación y Certificación de la Asociación para el Estudio de las Enfermedades del Hígado (AAEEH) selecciona los candidatos en base a un reglamento que contempla los antecedentes y méritos profesionales luego de lo cual el Ministerio otorga el Certificado de Especialista en Hepatología Clínica. Uno de los requisitos que permite acceder por si solo al título es haber completado una residencia de hepatología de dos o más años de duración (Artículo 9 del Reglamento de AAEEH). Por ser una especialidad “joven”, la hepatología tiene todavía un desarrollo insuficiente en Argentina, especialmente fuera de los grandes centros urbanos.
Perfil del egresado:
el perfil será el de excelencia asistencial con fuerte vocación por la docencia y la investigación, ya que ese es el perfil de los profesionales de la Unidad en donde se formarán. Durante los dos años de entrenamiento los residentes de hepatología deberán desarrollar o solidificar otras capacidades necesarias para el perfil profesional deseado como la relación médico-paciente, el trabajo interdisciplinario, el rol del especialista como consultor y el análisis del proceso salud-enfermedad dentro del contexto socio-económico- cultural del paciente. Los graduados de esta residencia estarán capacitados para ejercer la especialidad no solo en el ámbito local, regional y provincial sino a nivel nacional y además en cualquier nivel de atención. La “epidemia” de hepatitis C y el incremento alarmante de la prevalencia de NASH y de HCC requiere de profesionales entrenados para el adecuado manejo de estos serios problemas de salud pública Estarán capacitados para trabajar en forma autónoma en cualquier escenario asistencial de la especialidad, desde el más sencillo hasta el más complejo, desde una consulta ambulatoria electiva hasta el manejo de una hepatitis fulminante o de un trasplante hepático. Su formación será concordante con el marco de referencia establecido por la AAEEH y el Ministerio de Salud Pública de la Nación