El Hospital de Alta Complejidad en Red El Cruce-Néstor Kirchner, ubicado en la localidad de Florencio Varela realizó una tromboendarterectomía pulmonar exitosa, una cirugía de gran complejidad. En nuestro país se realiza en solo tres centros asistenciales privados. Por eso, El Cruce se convirtió en el primer hospital público en realizarla.
Un equipo de médicos especializados, incluso entrenados en el exterior fueron los protagonistas de atender a Micaela, una mujer de 60 años de la provincia de San Luis, que padecía hipertensión pulmonar. Una enfermedad grave que le había deteriorado su calidad de vida. Tenía sensación de falta de aire tan solo al bañarse o cambiarse. Esta escasa capacidad respiratoria apenas le permitía caminar dos cuadras y hasta se agitaba al alimentarse.
Hace cuatro años el primer síntoma que ve Micaela fue un coágulo de sangre en una de sus piernas y empezó con problemas al respirar. Inmediatamente fue al médico quienes comenzaron a estudiarla y a tratarla por problemas respiratorios. Pero su estado de salud no mejoraba, salvo por cortos períodos. Hasta que terminó internada en Terapia Intensiva. En ese momento uno de los cardiólogos le diagnostica hipertensión pulmonar tromboembólica crónica, una enfermedad poco frecuente. Hay cinco tipos de hipertensión pulmonar y este tipo es la única que se cura con la cirugía. La hipertensión pulmonar es un aumento de la presión en las arterias de los pulmones. Es una condición seria ya que los vasos sanguíneos que transportan la sangre del corazón a los pulmones se estrechan y endurecen. El corazón debe hacer un mayor esfuerzo para bombear sangre. Se trata como una enfermedad crónica y en los casos extremos su única posibilidad de cura es la tromboendarterectomía pulmonar.
Hace un año fue derivada al Hospital El Cruce. Micaela llegó junto a una de sus hijas, por primera vez a Florencio Varela. Comenzó a ser atendida por la Dra. Vanesa Gregorietti, responsable del área de Trasplante-Insuficiencia Cardíaca e Hipertensión Pulmonar, del Hospital El Cruce. En ese momento se abrió una ventana de esperanza para Micaela. Le realizarían la cirugía, de la que tanto le habían hablado pero no encontraba el lugar que pudiera hacerla. La complejidad de la operación requirió de la intervención de diferentes servicios del hospital. Por eso, se trabajó en conjunto con el equipo de cirujanos cardiovasculares que lidera el Dr. Alejandro Machaín.
Finalmente la paciente ingresó a quirófano el, pasado 21 de junio. “Es una cirugía que se realiza a corazón abierto. Al paciente se lo somete a una hipotermia profunda y paro circulatorio para poder trabajar sin dificultad en la desobstrucción de las arterías pulmonares. En este caso se bajó la temperatura de la paciente a 18 grados para la protección cerebral y del resto de sus órganos. Una vez alcanzada la hipotermia profunda se realizan dos paros circulatorios para trabajar primero en un pulmón y luego en el otro. Esto significa que a la paciente se le extrajo toda la sangre de su cuerpo y se procede a realizar el paro circulatorio, deteniendo la bomba de circulación extracorpórea por espacio de 20 minutos por cada pulmón. Durante este momento, cuarenta minutos en total, no hay circulación sanguínea por ningún órgano del cuerpo, toda su sangre queda alojada en el reservorio del equipo de perfusión, explicó el Dr. Marcelo Nahín cirujano cardiovascular que intervino a la paciente.
Esta situación es lo más cercano a la muerte a la que se puede llevar a un ser humano y traerlo nuevamente a la vida. “Los órganos quedan protegidos por el frio extremo (18°C) pero el órgano que más sufre es el cerebro, por eso también se colocó un casco con hielo en su cabeza para la protección cerebral”, detalló Nahín.
Concretamente los cirujanos cardiovasculares en una tromboendarterectomía pulmonar trabajan en la comunicación entre el corazón y el pulmón. “Se trabaja en las arterias pulmonares, realizando una limpieza de esas arterias que justamente nacen en el corazón. De esta manera se liberan todas las obstrucciones que tiene el paciente, extrayéndose un trombo crónico con la forma del árbol arterial pulmonar.
La recuperación cardiovascular de estos pacientes es muy compleja porque sectores del pulmón antes obstruidos ahora empiezan a recibir más sangre y producen edema de reperfusión, sostuvo Nahín.
La operación duró cinco horas y también requirió el uso de óxido nítrico, que es un gas muy costoso para bajar las presiones pulmonares y que se administra a través de un equipo especial. También para esta intervención los profesionales contaban con un equipo de ECMO que provee Oxigenación por Membrana Extracorpórea, pero que felizmente no fue necesario utilizar. ECMO es un tipo de terapia que puede apoyar la función cardiaca y/o pulmonar cuando la función cardiaca y/o pulmonar del paciente es inadecuada. En nuestro país escasos centros asistenciales lo tienen.
La cirugía fue exitosa y Micaela comenzó con el post operatorio que fue muy complejo a cargo de la Dra. Gregorietti. Pero logró salvar su vida. Hoy Micaela espera a sus cuatros hijos para emprender una nueva etapa. Es una mujer de gran fortaleza espiritual que nunca bajó los brazos. Ya camina y se alimenta sin agitarse. En San Luis la espera su madre de 86 años y sus diecisiete nietos.
Profesionales que intervinieron
Los cirujanos cardiovasculares el Dr. Marcelo Nahín, el Dr. Alejandro Machain y Martín Ghirardi; el perfusionista, Lic. Daniel Moyano, el anestesiólogo el Dr. Adolfo Lambertini, la instrumentadora Mariela Fernández y la circulante Silvina Curbelo.
La recuperación cardiovascular de la paciente estuvo a cargo del Dr. Sergio Perrone, la Dra. Vanesa Gregorietti y todos los profesionales médicos y enfermeros que integran ese servicio.