Sabemos de la importancia y la necesidad de la salud pública y la historia de Adriel es un ejemplo de ello.
Más de siete meses internado, en dos hospitales públicos, cinco cirugías de abdomen y una en su pierna, cientos de profesionales abocados a su recuperación y hoy una nueva vida está marcha. “Un sobreviviente, un milagro” pueden ser las palabras que definen lo que vivió Adriel vecino de Quilmes de 34 años.
En un intento de robo de su moto, que sucedió el 31/12/22 recibió un disparo en el abdomen. Inmediatamente fue trasladado al Hospital Iriarte de Quilmes. Allí lo operaron y estuvo varios días internado. Hasta que fue derivado al HEC por su estado de gravedad.
Permaneció en el HEC desde febrero a septiembre del 2023. “Una internación con múltiples complicaciones, no solo quirúrgicas sino infecciosas, sangrados digestivos, varias veces internado en terapia intensiva incluso con respirador. Mucho tiempo sin alimentarse de manera tradicional y haciéndolo con alimentación parental”, recuerda la Dra. Silvana Martínez coordinadora del servicio de Clínica Médica del HEC.
Conocimos a Adriel cuando le hicimos la nota, vino de visita al HEC y aprovechó para saludar al equipo de salud que hizo posible que hoy esté vivo. “Estoy retomando mi vida normal y el trabajo. Estoy muy agradecido a todos los y las que me atendieron. Fue muy duro estar tanto tiempo internado, pero gracias a la contención de mi familia y amigos salí adelante”, relató el joven.
Adriel se había comprado la moto para trabajar y el intento de robo le cambió la vida en segundos. También iba al gimnasio y llevaba una vida saludable una dieta equilibrada. Eso colaboró para su recuperación. “Mi entrenador fue y es un gran apoyo, retomé el entrenamiento y eso me está ayudando un montón”, sostuvo el joven.
También recordó cómo fue llegar a casa. “Mi perra Azabache no me reconocía hasta que lo hizo y nos volvimos a encontrar. Dormí con ella toda la noche”.
Su historia pone de relevancia el trabajo del todo el equipo de salud del HEC porque Adriel requirió atención de todos los servicios asistenciales y no asistenciales, adelgazó 20 kilos y en varias oportunidades estuvo con riesgo de vida, pero se recuperó.
“Se fue de alta y al tiempo me envía un video en el gimnasio entrenando. No lo podía creer y a la vez una gran emoción porque fue un paciente con el cual todos nos encariñamos.”, recuerda la Dra. Silvana Martínez.