La formación de médicos cardiólogos está estrechamente vinculada al ámbito asistencial porque el aprendizaje es un proceso constructivo interno y no basta la presentación de la información a un individuo para que logre la competencia profesional sino que es necesario que construya el conocimiento mediante su propia experiencia. Además, teniendo en cuenta que el aprendizaje es “contextual”, un programa de formación de especialista debe ofrecer escenarios de aprendizaje en contextos profesionales.
La formación de especialistas en cardiología requiere una enseñanza integral, dando especial énfasis a la vinculación teoría-práctica, información básico-clínica y focalizando en los aspectos bio-sociales, preventivos, curativos y de rehabilitación.
Perfil del egresado:
al culminar la residencia de cuatro años de duración el cardiólogo debe tener una sólida formación en ciencias del comportamiento para establecer una relación médico-paciente/ familia adecuada, para comprender la dimensión psicológica, social y cultural de los procesos de salud-enfermedad y para ejercer la profesión respetando la ética profesional en el contexto de las distintas modalidades de prestación (pública, privada, seguridad social).
El cardiólogo será un médico capaz de trabajar cooperativamente en equipos interdisciplinarios, que pueda desempeñarse con eficacia en cualquier lugar del país, con conocimientos suficientes para planificar y evaluar servicios y recursos para la atención cardiológica de la población.
Estará capacitado para desarrollar acciones de promoción y protección de la salud y para intervenir en la prevención, diagnóstico y tratamiento de las enfermedades del corazón y grandes vasos.